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También en The Gully
por Ana Simo
Le Pen, un populista exhuberante y xenofóbico con una plataforma de lucha contra la delincuencia, la inmigración y la "globalización europea", se enfrentará al Presidente Jacques Chirac, un conservador, en la segunda vuelta el 5 de mayo. Es la primera vez que un ultraderechista llega a la recta final en una elección presidencial.
La pasmosa victoria de Le Pen no significa, al menos por el momento, que el electorado francés haya dado un viraje brutal hacia la derecha. Lo que indica es el hastío e impaciencia de los electores con una clase política dominante cada vez más centrista, insípida y poco imaginativa, que incluye tanto a los neogaullistas de Chirac como a los socialistas de centroizquierda de Jospin. Una clase política que no está respondiendo a la ansiosa pregunta en la mente de las gentes: ¿cómo podrá una Francia que está cambiando velozmente seguir siendo Francia en un mundo incierto y peligrosamente unipolar y "americanizado"?
Enlace:
Para Elecciones presidenciales francesas 2002, en El País.