3 JUNIO 2002. San Pablo, Brasil, rompió estrepitosamente su propia marca este domingo pasado, cuando 400,000 personas participaron en el desfile gay más grande de la historia en Latinoamérica.

El año pasado, el desfile gay paulista atrajo a más de 200,000 personas. Este año, el desfile fue encabezado de nuevo por Marta Suplicy, alcalde izquierdista de la ciudad y gran amiga de la comunidad lesbiana, gay, bisexual y transgénero (lgbt).

Un aliado más reciente es el Presidente Fernando Henrique Cardoso, que se pronunció hace poco a favor de las uniones civiles entre personas del mismo género e incluso se fotografió con una bandera gay del arcoiris en la mano.

La benévola actitud de Cardoso coincide con el rezago de su partido en las encuestas de intención de voto presidencial y con la creciente importancia del voto gay en Brasil.

En San Pablo, algunos participantes en el desfile gay salieron también del armario futbolístico, vistiendo de pies a cabeza los colores del equipo brasileño y llevando en la mano pelotas de fútbol. Su entusiasmo fue recompensado el lunes cuando Brasil le ganó a Turquía en la primera ronda de la Copa Mundial.